¿Qué es la trampa de grasas?

La trampa de grasas tiene por objeto detener el paso de grasas, detergentes y sólidos en un proceso de tratamiento en paralelo al de las aguas negras. Allí las grasas contenidas en las aguas de cocina, (también se pueden llevar a la trampa de grasas, las aguas del lavadero, duchas y lavamanos) se convierten en natas que deben extraerse cada 6 a 8 meses. Después del proceso de retención de grasas y decantación de sólidos, estas aguas se consideran de bajo impacto, pudiendo llegar directamente al sistema de filtración o fuente de agua, se pueden reutilizar para riego, o se pueden llevar al tanque séptico.

Es importante dejar la trampa de grasas con facilidad de inspección y cercada para evitar el paso de personas o animales por encima del tanque y tener la posibilidad de destaparla fácilmente cuando se requiera su mantenimiento.