El agua en las culturas prehispánicas

Es común hablar de la “época prehispánica”, término que hace referencia a la época anterior a la llegada y colonización de América por parte de España. Es curioso, porque dentro de él subyace la idea de que los españoles nos transformaron en un mundo “civilizado” y que todo lo que vale la pena recordar se encuentra después de su llegada. Con esa afirmación en mente, se nos olvida que existía un mundo con toda una riqueza cultural que hace parte de lo que fuimos y, a raíz de la gran influencia en nuestra sociedad actual, de lo que somos. Lo que fuimos antes de su llegada es parte del gran recorrido que hemos realizado y merece un importante espacio en nuestra memoria. Por eso, en esta entrada queremos contarte un poco acerca del papel del agua en las culturas prehispánicas.

Agua en la cultura Muisca o Chibcha

¡Empecemos por un cultura de nuestro país! Los Muiscas (o Chibchas) contaban con un gran abanico de rituales influenciados por sus creencias religiosas y, en general, su cosmovisión. Así, no es de extrañar que sean ampliamente reconocidos por la leyenda de “El dorado”, la cual nace a partir de las ceremonias realizadas a los reyes Muiscas, en donde un gobernante era cubierto de oro. Esta ceremonia era realizada en la laguna Guatavita (ubicada, actualmente, en el municipio de Sesquilé) y, luego del recubrimiento con oro, el gobernante era llevado al centro de esta laguna con la intención de que, en un acto de limpieza y renovación espiritual, saltara a las aguas. Dentro de este evento subyace una cosmovisión de parte de los Muiscas, en donde el agua es concebida como un elemento con propiedades de pureza que pueden ser transmitidas al ser humano. Así, el agua es bondadosa e importante para el desarrollo personal en la cultura Muisca.

Por otro lado, las personas pertenecientes a esta cultura creían en varios dioses a los cuales dedicaban su trabajo, con el objetivo de ser receptores de su gracia manifestada en abundancia. De esta forma, encontramos una conexión entre la agricultura y la religión. Bochica les enseñó a hilar algodón y, en general, los instruyó en el arte de la agricultura; La Madre Naturaleza dotó a la tierra de agua, vientos, lluvias y frutos; y el dios Xué (sol) y la diosa Chía (luna) les sonrieron con cosechas exitosas.

Agua en la cultura Maya

Sin duda, otra cultura prehispánica que sigue influenciando nuestra cosmovisión es la cultura Maya (recordemos ese diciembre de 2012 que parecía reservarnos un final fatal). A través de los textos Mayas ha llegado hasta nosotros su creencia de que, hasta ahora, han habido tres creaciones por parte de ocho deidades, en donde las dos primeras resultaron poco favorecedoras y, por tanto, destruidas; mientras la última de ellas ha sobrevivido. ¿Cómo fueron destruidas las dos creaciones anteriores? ¡Mediante agua! ¡Esto nos adentra a una cosmovisión que vislumbra al agua como una fuerza poderosa y destructiva! Pero ya llegaremos a esa parte, por ahora conozcamos un poco sobre estas creaciones.

La primera creación fue realizada con barro. Estas personas resultaron no ser productivos, carentes de facultades para pensar, ver y moverse; así que las deidades creadoras optaron por destruirlas con agua. Posteriormente, llevaron a cabo un intento por crear hombres con madera y mujeres con caña, pero, al observar que no poseían alma, no realizaban culto a los dioses y eran inmortales, sellaron su final con un apocalipsis en forma de una inundación de agua hirviendo y, se dice, que aquellos que sobrevivieron son los monos que han habitado hasta nuestros días. La tercera creación fue realizada con maíz blanco, maíz amarillo y sangre de los dioses. Fue un intento tan exitoso de otorgar inteligencia a los seres humanos que los primeros cuatro hombres y cuatro mujeres en ser creados estuvieron cerca de ser destruidos, pero, gracias a Corazón de Cielo (una de las deidades creadoras) y su acto de nublar los ojos y mentes de las personas creadas con la intención de hacerlos menos sabios, no se enfrentaron a su final. Sin embargo, los Mayas creían con fidelidad en que la creación es un proceso cíclico y, por tanto, su final llegaría y nuevos seres humanos florecerían. En resumen, la especie humana muere y renace, infinitamente, a voluntad de los dioses.

Agua en la cultura Inca

Uno de los principales propósitos de esta entrada es conocer y reflexionar sobre la estima y el gran valor que estas culturas le otorgaban al agua. Los Muiscas vislumbraban al agua como un elemento de pureza, cuya propiedad podía transmitirse a los seres humanos y fomentar su desarrollo personal. Además, observaron el agua de los mares y ríos como objeto de tal asombro y gratitud, que agradecían, enormemente, a las divinidades responsables de su existencia. Los Mayas observaron el agua y los fenómenos en los que participa con un asombro que los impulsó a creer que dos creaciones por parte de las deidades creadoras fueron destruidas mediante grandes cantidades de agua.

En los Incas, podemos detallar un reconocimiento del agua de dos formas. Por un lado, en esta cultura se realizaban toda clase de rituales y sacrificios en honor a los dioses; así, reconociendo al agua como un elemento de gran valor, realizaban libaciones de agua y cerveza de chicha, las cuales consistían en el derramamiento de estos y otros líquidos como parte de toda una lujosa fiesta de celebración, denominada Inti Raymi, en honor al dios Inti (dios del sol) y la llegada de la temporada de arado. Por otro lado, a raíz de la observación del agua como un elemento esencial, los Incas adoraban a la diosa Mama Cocha, diosa de todas las aguas, quien representaba el mar y sus mareas y tenía por hijos a los manantiales. Las mujeres de la cultura Inca realizaban un ritual especial a media noche con el objetivo de agradecer y fomentar la protección de la vida acuática y los pescadores, pedían fecundidad, feminidad y otras características atribuidas a las mujeres y su valor.

Como podrás observar, el agua ha cumplido un importante papel en las culturas prehispánicas, a raíz del gran valor que le otorgaban a su existencia. Por eso, en medio de la crisis del agua que enfrentamos actualmente, esperamos que estas culturas te inspiren a hacer un uso responsable de este recurso y ser parte del cambio social que nos permita vislumbrar un futuro próspero para las siguientes generaciones de fauna y flora.